Después de dormir como nunca en una cama Melody me despertó de un brinco preguntándome acerca de la hora de mi matrícula en la U que debía realizar por internet a eso de las 10:00 am, me hizo acordar que Colombia esta 2 horas menos que Paraguay en el GMT, osea que solo hasta las 12 del día no podía matricularme, me quedé en su casa descansando en la pileta (más conocida por nosostros como piscina) recibiendo el sol a 40 grados centígrados, jugando con el perro tirándole mangos al agua y tomando tereré mentolado que me sabía mucho mejor que el del día anterior :D, me estaba deshidratando por completo! me metí al agua escuchando música en el mp3 de Lauris y casi olvido mi matrícula sino fuera por melody definitivamente que me lo recordó, sin ningún contratiempo lo hice, en ese momento Melody estaba esperando a que me organizara, muerto de la pena empaqué todo en mi bolso y me bañé como en cinco minutos pues ella debía irse de viaje así que Peter su hermano y ella me llevaron a casa de su prima Katia quien me acompañaría para seguir conociendo esta encantadora ciudad, Katia es un amor de persona, es bióloga de corazón y realmente encuentra en la naturaleza cosas grandiosas para volverlas fotografía, es una chica desinteresada que siempre esta presente con su espiritu lleno de hospitalidad; la familia Airaldi me recibió super bien de nuevo, pero esta vez con un banquete de almuerzo espectacular, me comí absolutamente todo lo que me dieron (en Bolivia digamos que me comía las cosas con algo de desconfianza y allí tragué como marranito de nuevo pa llenar la tripa :P), prové la chipa guazu con maíz dulce delicioso, hablamos de nuevo sobre la situación política de Colombia y de Paraguay con su nuevo presidente "el cura"y sus ideas socialistas, realmente fueron muy especiales conmigo y me encantaría poder volver a compartir con ellos ya que en realidad me confirmaron la calidad humana de los paraguayos; después de un rato salí con Katia en su camioneta a conocer algunos lugares interesantes de Asunción, a ese paseo se nos unió Gaby una amiga suya (muy querida por cierto); visitamos el centro de comercio de Asunción que es de un concepto similar al Hueco de Medellín, en medio de la lluvia caminamos un poco para hechar un vistazo pero nada novedoso en comparación con el comercio de Medellín; subimos al Cerro Lambaré en honor al Cacique Lambaré quien era el jefe indígena del pueblo en épocas de la conquista, allí se podía ver la ciudad con su impresionante vegetación pues era más el verde de los árboles que el café de las edificaciones, fuimos a un centro comercial llamado Mariscal López donde comimos un helado delicioso, vitriniamos, prové otro tipo de chipas entre esas la so´o (de carne), la de almidón, prové además el mbeju (tortilla de almidón) con jugo de piña, realmente me encantó todo lo que los paraguayos preparan, salimos del shopping y esta vez nos dirigimos hacia el aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, en el camino pasamos al terminal (Rodoviario) en donde compré mi pasaje para esa noche a Ciudad del Este por 50000 guaranies y después pasamos por la Confederación Suramericana de Fútbol que tiene su sede principal en la ciudad de Asunción, allí pude ver el gran edificio de la sede construido en un gran terreno rodeado por inmensas banderas de todos los paises suramericanos, en frente el Museo Suramericano de Fútbol en donde a la entrada tomamos fotos (entre ellas yo sujetando un enorme balon :P) cosa que fue motivo de carcajadas, en el carro ibamos tomando tereré como costumbre de nuevo y después de visitar el aeropuerto acompañamos a Gabi a su casa en donde conocí a su papá con quien conversamos un rato, la mayoría de barrios en Asunción tienen calles empredradas y a sus lados gran cantidad de árboles sembrados que hicieron que me enamorara de esa ciudad, la verdad en todos lados se veía el buen gusto de los paraguayos y la verdad bajo mi criterio no veía allí la pobreza tan marcada que distingue a todos los pueblos latinoamenricanos, jamás en mi vida había visto tantos Mercedes Benz juntos...hasta los taxis eran!, las casas con diseños modernos y sofisticados son muestra de la gran cantidad de personas pudientes que habitan allí; dimos vueltas y vueltas por diferentes partes, cuando veía algo lindo que fotografiar le gritaba a Katia que se detuviera y con mi pachochera mientras enfocaba la imagen Katia arrancaba de nuevo y la mayoría quedaron movidas :(, pero no importa, de lo que estoy seguro es que vuelvo al Paraguay y esa vez será para quedarme por lo menos un mes para visitar y acampar en el Chaco con Katia y adentrarnos en su gran biodiversidad natural llena de especies de animales y plantas, Paraguay no es un país costoso, puedo decir que es algo similar al Perú, así que si alguno de ustedes visita la Argentina o el Brasil que están bien cerca deberían contemplar la idea de visitar este maravilloso país que al igual que Bolivia no es muy conocido y visitado por muchos; comenzaba a oscurecer y a esa hora nos fuimos otra vez para la casa de Katia, conversamos un rato, aproveché para entrar a internet y escribir en el blog, hablar con mi hermano para reportarme y confirmar de que aún estaba con vida porque eso si, las llamadas internacionales desde allí me parecieron muy costosas (no dí la ganga!) lo que no me permitió comunicarme con mi mamá, después de un rato llego el novio de Gabi por ella, Katia más tarde me llevó al terminal pero antes me llevó a donde preparan el mejor lomito de todo Asunción: el de Bartolo! (Kati gracias por recordámelo jojo!) y después si llegó el momento triste en donde una vez más tendría que separarme de la gente maravillosa que había conocido, era hora de decirle adios a Katia en el terminal triste de no poderme quedar más tiempo allí pero feliz de saber que había hecho una buena amistad y que pronto volveriamos a compartir todo este cuento de viajar, se bajó para abrirme la puerta de atrás de la camioneta para sacar mi mochila, le dí un abrazo y un beso (en las dos mejillas al estilo paraguayo :P), di unos pasos adelante y miré hacia atrás mientras se subía al carro, me llené de nostalgia y esperé hasta que la perdiera de vista, ahora me encontraba de nuevo en la realidad de seguir mi rumbo hacia otra ciudad y luego hacia el Brasil, sentía por dentro cosas chéveres que jamás olvidaré, era algo mágico, descubrir la vida de esa forma, atravesar paises enteros por largas carreteras y en un momento detenerse y darse cuenta de lo corto que finalmente ha sido (pues confieso de que aún no sentía el viaje), me sentía orgulloso de mi mismo por haber llegado tan lejos; en el terminal aún faltaba un poco para montarme al bus, compre algunos reales en un cambiadero de un tipo cristiano que me hablaba con sus retahilas de las personas mundanas tentadas por satanas, de la homosexualidad y de la prostitución, el tipo finalmente fué bien amable conmigo y me vendió los reales a muy buen precio (1 USD- 2.2 R/.), ahora si ya estaba preparado para entrar al Brasil, siempre me mantenía atento a no perder mi pasaporte ni mi dinero tocándome los bolsillos; me senté en las bancas de afuera del terminal a tomarme una botellita de agua, en ese momento no lo podía creer lo que veía, eran de nuevo Luis y Karla que también iban para Ciudad del Este, me alegré mucho de verlos (comencé a creer que el mundo es como dicen: UN PAÑUELO!), me contaron de sus experiencias en la ciudad y de sus siguientes planes, ibamos en buses diferentes, así que yo salía una hora más temprano que ellos y quedamos en que los esperaría en el terminal; así termino este largo día en la capital paraguaya, lleno de satisfacción y de felicidad con una gran sonrisa que brotaba en mi cara.
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