Esta vez si pude irme a callejiar tempranito, me fuí caminando hasta la estación del Metro más cercana que es la de la Escuela Militar, caminé por toda la Alonso de Cordova hasta salir a la Américo Vespucio Norte, en realidad me tomó bastante tiempo en llegar hasta allá, la idea era visitar otros lugares de la ciudad y poder llegar en Metro que es el medio más económico, visité de nuevo el Palacio de la Moneda pero desafortunadamente tampoco me dejaron entrar ya que había una rueda de prensa importante allí, al lado del palacio esta el centro cultural La Moneda, afuera lo primero que ví fue un gran cartel acerca de la exposición de arte Frida Kalho y Diego Rivera, me llamó mucho la atención y decidí entrar, el centro tiene varios niveles subterraneos y en el último nivel estaban las dos salas de arte del par de artístas mexicanos, me llamó mucho la atención la sala de Frida ya que en varias urnas de cristal se exponían gran cantidad de sus pintorescos y tradiconales atuendos con que ella siempre fue retratada y fotografiada, innumerables notas y cartas de la pareja durante el tiempo que compartieron sus vidas, pinturas, fotografías y demás cosas que simbolizaban la exitosa pero infeliz vida de Frida Kalho, un mural en donde se contaba un pequeña biografía de la pintora y entre eso una frase que decía "bebía porque quería ahogar mis penas...pero las malvadas aprendieron a nadar", me causo gracia aquella frase; en realidad los retratos en las pinturas no son de mi agrado, dentro de lo que pude notar entre las pinturas de Diego Rivera fué una gran connotación e identificación con los rostros de varios personajes; cuando tenga la oportunidad de visitar México creo que tendré la oportunidad de conocer aún más de Frida Kalho quien es un gran icono de la gran cultura mexicana. Salí de allí y me encontré con una gran marcha que se hace matutinamente por el cambi de guardia del palacio presidencial, fué bastante bonito ya que es un desfile con todas las d ela ley, caminé hacia la Plaza de Armas y en el camino fotografié el Teatro Municipal el cual es una gran estructura blanca con una arquitectura fantástica, ya casi era medio día así que me fuí a buscar el Portal Fernández Concha que me recomendaron mis amigos chilenos en Argentina, pues allí se puede encontrar comida a bajo costo, solo tenía en mis bolsillos $30000 chilenos y tendría que alcanzarme para ir y volver de Valparaiso y Viña y para transportarme y comer los días que faltaban en Santiago, me comí un Churrasco italiano y luego me fuí a visitar la Catedral de Santiago quee s inmensa y es una gran muestra del catolisismo chilenos, afuera a un lado d ela plaza esta el antiguo Correo Central de Chile, Palacio de la Real Audiencia y Museo Histórico Nacional, la Municipalidad de Santiago entre otros, caminé hasta la casa de los chicos y me quedé con ellos un rato, almorcé por segunda vez y después la idea era que me acompañarían a la Quinta Normal pero a Mariusz le fué imposible ya que debía organizar cosas para el día siguiente con respecto a su paseo a La Serena a donde me invitaron pero debido a mi poco dinero fué imposible ir, tomé de nuevo el Metro y me fuí en dirección a la Quinta Normal que es un gran parque con un lago central en donde la gente viene a disfrutar de las tardes del verano, estuve allí poco pues finalmente no encontré mucho por hacer, volví y tomé el metro y me fuí hasta San Pablo otro extremo de la ciudad, allí hay barrios más populares y poco que ver así que me senté en un puestecito de una pareja de chilenos que vendían Mote con Huesillos que es una especie de bebida con granos de maiz con un fruta de durazno y canela que se sirve frío, la verdad me gustó pues soy amante de todo lo que se relacione o esté hecho con duraznos; más tarde ya era hora de volver a casa, de nuevo me bajé en la estación Escuela Militar y esa vez fué la primera en conseguir perderme pues siempre tomaba la dirección incorrecta por mas que mirara el mapa y me ubicara, es raro pero realmente me daba muchísima dificultad hasta el punto de hijueputiar a todo el mundo!, después de la perdida que me costó más cuadras de las quince que tuve que caminar por fin llegué al apartamento de Jorge y lo único que hice fué aplastarme en su computadora a escribir en el blog, más tarde llegó un amigo suyo méxicano (definitivamente fué el día más mexicano de mi vida) con quien preparamos algo de comer y tomamos una botella de vino (la primera copa en Chile después de 4 días...lo pueden creer!) después de escuchar repetidas veces chanfle, chava, chamacos, guey o otros mexicanismos llegó la media noche y pues termino mi día número 38 del viaje, emocionado de partir al siguiente día hacia Valparaiso y Viña del mar y poder descubrir más de este país que no logré recorrer como lo había planeado desde un principio.
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