martes, 10 de febrero de 2009

DIA 39 Valparaiso

Valparaiso o "Valpo" es una ciudad difícil de describir con palabras, creo que cada uno debe visitarla para darse cuenta de lo que hablo y llevarse una rara pero estupenda impresión de ella, cuando llegas lo primero que vez es el inmenso céano Pacífico con barcos de todos los tamaños en su pintoresco puerto, la ciudad está sobre un cerro lleno de casas de todos los colores construidas en desorden con latas multicolores algunas corroidas de la sal arrastrada por el viento desde el mar, sus callecitas viejas y empinadas se convierten en románticos laberintos que te envuelven y te llenan de un no se que!, llegué allí antes del medio día y lo primero que hice fué buscar un lugar donde almorzar, me comí un Chacarero que es una especie de hambuerguesa con solomo frito acompañada del típico jugo chileno de durazno...delicioso!!!, comencé a dar vueltas por la ciudad y squé el mapa de Valparaiso que mi amigo Antonio de Medellín me había prestado, la ciudad desde el siglo XIX cuenta con elevadores que son una especie de cubos con capacidad para diez personas que suben por unos rieles de unos 40 grados de inclinación, esto con el fin de que ls personas no suban caminando las empinadas faldas, el costo es de aproximadamente $500, gran cantidad de turistas hacen uso de él y en algunos es posible observar su mecanismo, yo pude montar en los elevadores Concepción, El Peral y Artillería, uno va a dar a un laberinto por donde quiera que sea puesto que si bucas en el mapa quedas en las mismas :P, para mi el mejor fué el Artillería pues te lleva a un lugar en donde se logra ver desde un lindo mirador toda la ciudad, la bahía y el puero, y además esta lleno de artesanos con sus puestecitos llenos de cosas referentes a Valpo.
Debía averiguar por un hostel en donde pasar la noche, cerca a la playa San Mateo había uno por $6000 bastante lindo pero igual no dejaba de ser caro, estuve en la playa al final de la tarde recibiendo el sol y observando el mar que en mi tiene cierto efecto energético que no sabría describir; cerca de allí tomé un bus ($500) hacia Viña del Mar que queda a solo quince minutos de Valpo, Viña es una ciudad enorme y modena a orillas del Pacífico, por ser verano sus playas se repletan de gente y uno se siente como en Cartagena...en serio!, caminé un poco por la ciudad, comí empanadas chilenas en una tienda cerca al mar de una señora muy educada, eran las 8:30 pm y debía regresar a Valpo ya que no logré conseguir un hostel allí, además de que todo era carísimo, así que me devolví con la intención de regresar al día siguiente para quedarme todo el dá en la playa, cuando había llegado a Valpo al medio día un tipo en el terminal me dió la tarjeta de un hostel por la calle Ecuador, la cosa fué que cuando iba en el bus por la Av Brasil me baje en el lugar que no era me toco caminar sin mentir uns 20 cuadras...pobre de mi!!!, oscureció y comencé a estresarme un poco al no llegar aún, a as 10:00 pm llegué al hostel ($7000) en donde me recibieron como en mi casa, Mireya una chica de Santiago fué super queida conmigo y me ubicó en un dormitorio de diez camas compartido solo con un señor de Christchurch Nueva Zelanda, además en el hostel conocí a Camila Matrero una socióloga de Buenos Aires, me dieron comida de la que prepararon pues ya tan tarde tenía hambre, con ella me fuí a andar la calle hasta tarde y me contaba de su arriesgada aventura sola, a dedo, con carpa, olla, muchos fideos y que venía desde Puerto Montt al sur de Chile!, la vieja esta es una putería y me pareció bastante agradable haberla conocido (ayudó a cambiar el concepto que tengo de los porteños), dimos un paseo por las callecitas llenas de escalitas y piedras en una noche de luna llena acompañada del sonido de aullidos y ladridos de los perros callejeros que habitan esta loca ciudad, compramos una coca y no la tomamos en el hostel mientras vimos TV hasta tarde, me pasé para su cuarto y dormí como dios manda, muerto de la dicha de estar donde estaba.

No hay comentarios: