Salté de la cama muerto del susto porque mi celular no había sonado, afortunadamente eran las 4:20 am y solo habían pasado 10 minutos, en la salida del hostel me encontré con un chico de Chile que igualmente iba hacia el parque, fuimos a comprar el ticket para ingresar al parque que afortunadamente me costó 62 soles (20 USD) por ser estudiante y haber mostrado mi carnet de la U, y luego a comprar el ticket para el microbus que costaba 7 dolares!!! y la fila era interminable, habian mas de 100 personas que habían madrugado quien sabe a que hora!, decidimos subir a pié y solo esperaba no arrepentirme por esa decisión, comenzamos el camino y hacía muchísimo frío, aún había niebla y el aire me comenzaba a faltar, al cabo de un momento comenzaron a subir los microbuses y sufriamos porque cada vez pasaban más y no alcanzariamos ficho para subir a Huayna Picchu a donde solo pueden subir 400 personas por día; la subida al santuario es una especie de zig-zag por la altura y entre la carretera existe un camino de escaleras altisimas hechas de piedra en donde subí como unas diez y me quería morir a 2700 msnm, sentía que me iba a desmayar pero tenia que llegar ligero, el chileno se adelanto mientras yo subía a mi capacidad, a mi lado había una chica italiana que estaba peor que yo y al cabo de una hora y media llegue a la entrada de Machu Picchu, me sentía tan emocionado de haberlo logrado y de sentirme tan bueno mochilero pero más de estar a punto de ver una nueva maravilla del mundo, eran las 6:30 am y ya habían muchísimas personas en la entrada haciendo cola, ingresé y afortunadamente no me pillaron la latica de atún, una botellita de yogur y otra de agua que llevaba en la mochilita pues supuestamente está prohibido el ingreso de bebidas y alimentos al parque pero realmente no podía pagar los 10 soles que cobran por una botella de agua allí; la idea de subir a Hayna Picchu que quiere decir montaña joven, era imposible ya que estaba muerto del cansancio y no era capaz de subir una escalera más, pero igual adentro habían mas que me toco seguir subiendo hasta que en un punto levante mi cabeza y ví esa imagen tan internacional y publicitada en todas partes donde se hiciera alución a la palabra Perú que a la final es impresionante pero demasiado comercializada, Machu Picchu es hermoso, es como algo absurdo que uno no se imagina que exista en semejante mote, dentro del parque habían cientos de personas caminando por todos lados, montados en un lado y otro de las estructuras y ya me daba cuenta el porque el rumor de que al parque lo cerrarán por algún tiempo por la falta de cuidado de las personas, según científicos japoneses el parque se está undiendo un centímetro por mes por los miles de turistas que ingresan allí diariamente, en realidad es preocupante porque un sitio como este es increible al solo tener todas esas construcciones de piedra sin ni siquiera los incas haber usado la rueda que de hecho nunca alcanzaron a descubrir; la energía allí es fuerte, en medio de las enigmáticas montañas andinas que fueron testigo del desarrollo del imperio inca y de su gran expanción por suramérica, por un rato me senté en un lugar silencioso a disfrutar del paisaje y luego guiado por mi mapa caminaba, subía y bajaba escalas de piedra por todas partes, recorría todas las ruinas y de vez en cuando me colaba dentro de los tours para escuchar los guías hasta en inglés si era posible pues explicaba el significado de cada cosa, al cabo de unas 4 horas ya había terminado de recorrer todo el sitio, así que decidí irme pues no veía más que hacer, claro que después de media hora encontré la salida y de nuevo los grandes escalones me mataban las rodillas, bajaba y bajaba escalones y mis rodillas me dolían aún más, estaba demasiado cansado pero igual lo hacía despacio mientras pensaba que tal vez fué poco el tiempo que permanecí allí y que tal vez hubiera podido ser más aventurero el plan, la bajada se me hizo más demorada que la misma subida; cuando llegué a Aguas Calientes de nuevo tuve que cambiar más dólares pues no me quedó ni para almorzar, busqué un lugar para comer, otro para entrar a internet y escribir a mi casa y luego me senté en el parquesito del pueblo a escribir en mi diario muerto de la risa con mis historias cosa que la gente me miraba raro pero no me importaba y de veras que parecía un demente riéndome allí solo, fueron las 6:00 pm y me subí al tren para regresar a Cusco, al menos ese era mi consuelo, costó caro pero no me tocó como a muchos caminar por los rieles del tren y hacer la vuelta por Santa María que es larguísima!, en el tren había un español de Barcelona a mi lado con el que me fuí hablando bobadas todo el camino muertos de risa, hablando de Colombia y su nueva cara, de nuestro viaje, de los bolivianos, hasta que llegamos a Ollantaytambo y tomé un taxi hacia Cusco, llegué a las 10 pm, fuí a comer y luego a descansar a casa de Wilman de nuevo, allí habían unos chicos de Buenos Aires con los que converse un poco y luego caí muerto no a la cama sino al sleeping pues era en el piso :D.
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