sábado, 24 de enero de 2009

DIA 23 de Bolivia a Argentina!


Después de bañarme con aguita tirada en el hostel :P, cogí mis chiros y mi mochila y me fuí a tomar mi bus hacia Villazón, era la única manera de salir de Bolivia en ese momento desde Uyuni, el día anterior por la mañana había ido a la oficina de la empresa que viajaba a Villazón, el pasaje costaba 80 bolivianos!!! pero me importaba un carajo porque no me iba a quedar allí, cuando los demás que estaban allí vieron que yo lo compré, no les quedó más remedio que hacerlo también y entre esos Vicky y otra amiga suya, Luis y Karla de Santiago y Julia una chica de La Plata, Argentina, eramos muchísimos los que queriamos salir de Bolivia ese día pues más tarde no abría transporte sino hasta el lunes en la tarde en todo el país por las votaciones y tambén corría el rumor de que la frontera boliviana no trabajaría esos días!; a las 6:00 am salió el bus muy puntual hacia Villazón, la carretera era toda destapada y el polvero ni se diga así que todo el camino me la pasé sacando mocos y tierra de mis fosas nasales :D, continué observando los extraños paisajes de Bolivia, grandes cañones a lo largo de la carretera, daba la sensación de ser realmente un lugar inóspito de la tierra, antes de llegar a Tupiza atravezabamos lo que sería el comienzo del desierto de Atacama que se extiende hasta todo el norte de Chile, un buen ejemplo de la miseria en Bolivia se puede ver en esta carretera que une a Potosí con el resto del sur boliviano pues sus condiciones son deplorables ya que algunas veces cuando llueve se forman rios que obstaculizan el paso y los medios de transporte tienes que permanecer allí hasta que baje la corriente del agua cosa que puede tomar un día en pasar, escuché que Evo tiene planes de pavimentar gran parte de la carretera, pues es un gran corredor turístico del salar y pues creo que el turismo le ha dejado a Bolivia una buena ganancia como para hacer esa inversión, ya que anualmente más de 60.000 turistas llegan allí; llegamos a Tupiza como a la 1:30 pm, llevabamos mas de 7 horas de viaje eterno!, la empresa nos incumplió y debíamos tomar otro bus allí que finalmente llegó a las 3:00 pm!, la gente aterrorizada le gritaba al conductor de un bus destartalado que le moviera al paso porque nos iban a cerrar la frontera a las 6:00 pm, al lado mio venía Julia dormida y creo que era la única tranquila en ese momento y después de un rato se despertó y cuando menos pensé dijo: hay una señora campesina que está cargando un bebé!, yo la verdad para ser honesto no la había visto y por supuesto todos los que iban adelante sentados al lado de la señora eran hombres y pues de donde más que de Argentina! (entre ellos el par de idiotas del tour en el salar), Julia se paró muerta de la ira y a mi me dió mucha pena, le ofrecí mi puesto y no me lo quizo aceptar, la señora se sentó a mi lado con el bebé y por un momento comencé a observarlos y a pensar en lo afortunado que es uno al tener otras condiciones de vida, pensaba en el futuro tan incierto que tal vez le esperaba a esa criatura cuando miraba sus ojitos; seguía sacando mocos en medio del desespero y faltando 15 minutos para las seis llegamos a Villazón, yo me tiré de ese bus y saqué mi mochila llena de mugre del maletero de semejante coscorria e infección de bus y salí corriendo porque lo único que me importaba en ese preciso instante era estar dentro de Argentina, eran como unas cinco cuadras y cuando llegué había un letrero gigante que decía: BIENVENIDOS A LA REPUBLICA ARGENTINA, me llené de felicidad pero había una fila la hp, así que averigué y la frontera la cerraban a media noche, me dió tanta berraquera después de que me desgasté tanto por llegar temprano, en la fila volví y me encontré con los chilenos y con Pola y Michel de Deutshland (Alemania) porque me la pasé todo el rato diciendo Deutchland ya que era lo único que sabía decir en alemán jaja, hicimos una fila bien larga y al cabo de un rato llegó un tipo de migración argentina, tomó nuestros pasaportes, los selló, revisaron nuestras mochilas y entramos al país (en ese momento tomé la foto que aparece en esta entrada) y ya estabamos en La Quiaca que es un pueblo grandecito con gente más boliviana que argentina, me dí cuenta de que no tenía ni un peso argentino porque en la frontera olvidé cambiar antes de cruzar, pues en Villazón era el único lugar donde habían cambiaderos y lo pagaban bien, en el terminal compramos el pasaje de bus para San Salvador del Jujuy (36 pesos, 1 USD-3.5 pesos arg) y en la oficina de pasajes me cambiaron los dólares a 3.2 pesos porque no tenía ni con que comer, con lo que me sobró me fuí con Luis, Karla y Julia a comer a un restaurante donde hacen una comida deliciosa y me comí una milanesa que me supo a gloria!, al lado de nosotros estaban los alemanes también y de ahí nos fuimos al terminal a esperar el bus, dia de buses...que divertido y así terminó mi día en el norte argentino, con nostalgia de haber abandonado ya a Bolivia pero muy contento de tener un país nuevo por descubrir.

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