Finalmente organizamos todo y a eso de las 8:30 am habiamos partido de allí, a donde?...no lo sabía, Ute necesitaba ir de nuevo a internet a verificar si su contacto de Mendoza le había escrito, fuimos y yo también aproveché para mirar el mio, un tipo me había respondido pero apenas me decía que no estaba seguro y pues que él podía hablar con unos amigos suyos para mirar si ellos me ayudaban, en fin, eso no me daba garantía pero bueno, compré pesos chilenos en una casa de cambio, llamé a mi casa y me dió mucha felicidad el hecho de haber podido hablar con papá y mi mamá, me decían que no preocupara por los gastos que ellos me ayudaban con lo que necesitara, pero esa no era la idea pues no quería generarles gastos por mis decision de haberme ido a andar por el mundo, Ute ya se iba para Mendoza y pues yo le había dicho que pasaramos la frontera haciendo dedo pero ella aún seguiría en Argentina, fuimos hasta el terminal y allí nos despedimos pues tomariamos rumbos distintos, no me quedó de otra que comenzar a hacer dedo, pasaban cualquier cantidad de carros y después de media hora no conseguí que nadie me parara, me puse a pensar y en un momento me cogió una incertidumbre tenaz, no sabia que hacer!. Decidí entrar al terminal y pues preguntar por un bus hasta Chile que me llevara a Osorno o a Puerto Montt pues no quería quedarme un día más en Argentina; comencé a averiguar y todo estaba absolutamente vendido, si quería viajar a Chile tendría que quedarme una noche en Bariloche, otra opción era irme para Villa la Angostura que digamos, es el lugar en donde va la élite a esquiar y pues creo que ese no era el lugar indicado para mi con mi poco dinero, tenía solo 10 pesos argentinos en mis bolsillos y si tenía que pagar un pasaje pues tendría que tener mucho más, fué horrible ese momento pero son cosas que me enseñaban a tomarlo como parte del paseo; debía dormir en un bus, solo tenía cien dólares para entrar a Chile que es el más caro de todos los paises de Latinoamérica, pensé en irme hasta Mendoza y de ahí tomar otro bus hasta Santiago de Chile, así que no podría conocer absolutamente nada del sur de Chile y pues no tuve de otra ya que en quince minutos salía uno por 185 pesos!!! carísimo, me tocó pagarlo con tarjeta débito y no me quería imaginar cuanto iba a ser el recargo por transacción internacional del banco (pues me salió en 140.000 pesos todo!!!), resultó siendo el mismo bus de Ute y pues de nuevo nos encontramos, me tocó tragarme unas empanadas de carne que vendía una señora antes de montarme al bus y le regalé una bandeja de milanesa congelada que no quice dejar en casa de Pablo (prefería que se pudriera), en mi bolso tenía pan y coca por si me daba hambre y sed, y así termino mi historia en la Patagonia argentina, triste de no haber podido estar allí más tiempo pues tres días no fueron suficientes para ese lugar, con la seguridad de que volvería y esa vez en invierno para contemplar los hermosos paisajes de las montañas y los pinos llenos de nieve, era la una de la tarde y lo único que sentia era que aborrecía los buses, ya no quería montar más en bus y lo perverso era que me esperaban 20 horas de viaje, finalmente así hubiera sido un día no muy feliz pues lo cierto es que definitivamente hacía parte del autoconicimiento, aprendía cada vez más a conocerme como podía responder ante cosas que la vida me ponía en el camino, trataba de tranquilizarme un poco y solo dejar que el tiempo transcurriera, aún me faltaba un país por conocer pero no dejaba de pensar en lo cerca que estaba de finalizar mi aventura, me esperaba un avión de regreso a casa en 10 días, debía de hacer de ese tiempo algo inolvidable y productivo al igual que todo lo que había vivido hasta ese momento, poco a poco me iba alejando de la legendaria patagonia mientras permanecía allí en la ventana viendo como cada montaña, cada árbol, cada nube se habían vuelto protagonistas y escenario de todo este lindo sueño por descubrir la vida y el mundo y como con el movimiento del viento me decían adios las ramas de los pinos que estaban al borde de la carretera, en mis manos tenía de nuevo el libro de Lonely Planet que me ayudó para informarme más acerca de Chile, era mi última noche de las catorce que pasé en un bus, en Santiago me esperaba Mariusz Michalak un polaco con quien había hecho contacto meses antes y quien siempre se mostró bastante colaborador conmigo, al menos tendría donde dormir el día siguiente en Santiago lo que me generaba de cierta forma algo de alivio; quería que mi viaje fuera algo lleno de experiencias profundas, no quería convertirlo en algo superficial sin sentido, quería trascender muchas cosas en mi vida y permitirme ser diferente, recibir con humildad lo que llegara y agradecer por las cosas buenas o malas que a la final se convierten en experiencias para el alma, el hecho de haberme salido de mi radio de estabilidad digamos que tuvo diversas consecuencias como el no poder meditar en ningún lado ya que se me dificultaba la ubicación dentro del espacio, en un bus era imposible pero ya comenzaba a sentir que necesitaba hacerlo, al sentirse lejos de casa es cierto que puedes reaccionar de otra manera, ubicarse en un mapa y darse cuenta de lo lejos que estan los seres queridos produce algo en el corazón...que? creo que todos somos distintos. Existen una serie de obstáculos dentro de la vida de todos los seres humanos, los apoyos ilusorios del ser pueden ser ideas responsables de que las personas demos o no un paso para descubrir la vida y liberarse de los miedos, el hecho de alejarse de los tuyos genera inestabilidad pero eso bajo mi punto de vista te arrebata la posibilidad de crecer, es tu vida y nada más!, concretar un sentido de vida es algo necesario para todas las almas, direccionar tus acciones y tener claridad de hacia donde se quiere llegar y por que razones es importante, sin dudarlo creo que tuve tiempo para definirlo; llegamos a la estación de Neuquén antes de que el sol cayera, el bus iba relativamente vacío y despues de comer algo en una estación de gasolina y de conversar un poco con Ute me quedé dormido.
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